Como muchas otras prestaciones en fotografía digital, el tema de las anotaciones de audio que algunas cámaras permiten añadir a las fotografías me pareció una tontería hasta que lo empecé a utilizar. Cuando te acostumbras descubres que puede ser una utilidad muy valiosa para añadir rápidamente observaciones como el lugar donde has realizado la toma (y que probablemente será olvidado en el tiempo), lo que pensabas en aquel momento, la razón por la que hiciste la foto, el pie de foto que has pensado aplicar o cualquier otra cosa que te pase por la cabeza. Lo bueno del asunto es que Lightroom reconoce ese fichero de audio adjunto como parte del archivo sidecar de la imagen, por lo que, si guardas la foto y el fichero de audio en la misma carpeta, Ligthroom mostrará el fichero de audio como parte de la información de metadatos de la fotografía en el panel Metadata.

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Haciendo clic en la flecha que aparece a la derecha del nombre del fichero de audio podrás escuchar el contenido de la anotación. (en el menú desplegable que hay a la izquierda del módulo del panel recuerda activa la opción All).

La mayoría de las cámaras que realizan anotaciones de audio llaman al fichero de sonido del mismo modo que el fichero de imagen, en caso contrario Lightroom no relacionaría ambos archivos. Si tu cámara no nombra el fichero de audio de la misma forma que la imagen simplemente tienes que renombrar uno de los dos documentos y hacer coincidir sus nombres para que Lightroom los relacione. Lo mismo sucede si quieres crear una anotación de audio a una fotografía que originariamente no la tenía incrustada; simplemente crea un fichero de audio con el mismo nombre que el fichero de imagen (el nombre solamente, la extensión debe seguir siendo la de la imagen) y automáticamente Lightroom añadirá dicha información de sonido al archivo sidecar de la foto.